Antes de tirar esos envases vacíos al tacho, pensalo bien.
Con muy pocos materiales podés transformarlos en un portacelular práctico, resistente y decorativo.
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Ideal para cuando cargás el celular y no sabés dónde apoyarlo.
Qué necesitás
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1 envase vacío de crema o shampoo
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Tijera y cúter
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Lámina de vinilo o papel adhesivo decorativo
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Algodón y alcohol
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Tira de cuero o cinta gruesa
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2 tachas o remaches
Paso a paso
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Limpiá bien el envase con agua y jabón, y asegurate de que no quede crema o restos adentro. Secalo bien por dentro y por fuera.
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Con un cúter, retirale el pico y la tapa del envase. Después, cortá la parte superior con la tijera, dándole una forma ovalada o como más te guste. Podés redondear las esquinas para que quede más prolijo.
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Pasale algodón con alcohol a toda la superficie. Esto va a ayudar a que la lámina decorativa se adhiera mejor y que no se despegue con el uso.
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Pegá la lámina adhesiva envolviendo todo el envase. Hacelo con cuidado, sin apurarte, para evitar que queden burbujas o pliegues. Si tenés una tarjeta plástica, podés usarla para presionar y alisar.
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Retirá el film protector de la lámina. Si querés que el portacelular combine con tu celular, podés usar el mismo diseño o recortar una tirita para pegar en la parte trasera del teléfono.
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Cortá una tira de cuero o cinta gruesa de unos 10 cm. Hacé dos pequeños agujeros a los costados del envase y sujetá la tira con las tachas o remaches. Esto va a servir como manija para colgar el portacelular del cargador, en una percha o donde te quede cómodo.
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Probalo con tu celular adentro. Si sentís que el interior resbala, podés colocarle un pedacito de goma eva en la base para que el teléfono no se deslice.
Consejos:
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Elegí envases grandes y de plástico grueso para que el portacelular sea más resistente.
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Si no tenés lámina adhesiva, podés usar papel contact, papel de regalo con cinta transparente o incluso tela pegada con cola vinílica.
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Las manijas también pueden ser de tela, cordón grueso o una tira reciclada de mochila vieja.
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Para reforzar la base, podés pegar un cartón adentro o una tapa plástica como fondo.
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Es ideal para tener el celular seguro cuando lo cargás y no tenés una mesa cerca, sobre todo en la cocina o en el baño.
Con esta idea simple, podés darles nueva vida a los envases que antes terminaban en la basura.
Además de cuidar el ambiente, vas a sumar un accesorio útil, original y hecho por vos.