¿Tus cuchillos ya no cortan ni una servilleta?
Antes de pensar en comprar un afilador, te mostramos cómo transformar una simple tapa plástica con un tornillo en una herramienta práctica, casera y efectiva para afilar cuchillos.
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Con este truco, vas a poder devolverle el filo a tus cuchillos usando materiales que ya tenés en casa, sin gastar un peso y en pocos minutos.
Qué vas a necesitar:
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1 tapa de plástico con rosca (de bidón o botella ancha)
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1 tornillo largo con cabeza plana
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1 resorte de metal (que entre justo en el interior de la tapa)
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1 tuerca para ajustar el tornillo
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1 lija fina o lima de metal (opcional para afilado más agresivo)
Cómo armar el afilador paso a paso
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Preparar la tapa
Elegí una tapa robusta con rosca interna. En el centro, colocá el tornillo pasando desde el interior hacia afuera. La cabeza del tornillo debe quedar dentro de la tapa. -
Colocar el resorte
Insertá el resorte dentro de la tapa, alrededor del tornillo. El resorte debe quedar comprimido de forma que haga presión contra las paredes internas. -
Ajustar con tuerca
Enroscá una tuerca desde afuera hasta que quede firme, pero sin apretar demasiado. La idea es que el resorte mantenga su elasticidad. Si el tornillo gira, podés sostenerlo con una pinza mientras ajustás la tuerca. -
Verificar el canal de afilado
Al mirar de frente, vas a ver un pequeño canal entre el tornillo y el borde interno de la tapa. Esa será la ranura donde pasarás el cuchillo para afilar.
Cómo afilar el cuchillo
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Sostené la tapa firmemente con una mano (podés usar un guante o fijarla sobre una madera).
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Deslizá el cuchillo dentro del canal, apoyando bien el filo contra el resorte y el borde del tornillo.
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Pasá el cuchillo en un solo sentido, como si estuvieras “raspando” hacia vos. Repetí unas 5 a 10 veces por lado.
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Probá el filo cortando papel o tomate. Si no es suficiente, hacé unas pasadas más.
Consejos:
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Si querés un afilado más agresivo, podés envolver la cabeza del tornillo con un pedacito de lija fina o pasar la hoja por una lima tras cada pasada.
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No lo uses con cuchillos de sierra ni cuchillos muy finos tipo fileteador.
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Mantené el ángulo de afilado entre 15 y 20 grados para que sea efectivo.
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Cada tanto, limpiá el tornillo con un paño para sacar restos de metal.
Este invento simple transforma una tapa de plástico en una herramienta útil.
Con solo un tornillo y un resorte, vas a dejar tus cuchillos listos para cortar como el primer día.
¡Probaló y vas a notar la diferencia enseguida!