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Trucos del Hogar

Convierta un viejo cilindro de gas en una creación increíble que tiene que ver para creer

¿Tenés una garrafa de gas (cilindro) vieja juntando polvo en el fondo del patio? No la tires.

Podés transformarla en una parrilla casera espectacular, ideal para reuniones con amigos o escapadas al aire libre.

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Con unos pocos materiales y algo de maña, vas a poder construir una barbacoa robusta, funcional y con mucho estilo, reutilizando lo que ya tenés a mano.

Materiales necesarios

  • 1 garrafa de gas (cilindro) vacía y despresurizada

  • Amoladora

  • Taladro

  • Bisagras metálicas

  • Tornillos, tuercas y arandelas

  • Barra de madera (para usar como mango)

  • Varillas redondas de hierro (para el interior)

  • Rejilla metálica (tipo parrilla)

  • Planchuelas de hierro

  • Llave inglesa

  • Pintura resistente al calor (opcional)

Paso a paso

  1. Preparar la garrafa de gas (cilindro)
    Asegurate de que esté completamente vacía. Remové la válvula superior y el mango si lo tiene. Lijá toda la superficie para eliminar óxido o restos viejos de pintura.

  2. Corte de la tapa
    Marcá una línea horizontal a lo largo del cuerpo de la garrafa, que será la tapa de la parrilla. Con mucho cuidado, cortá con la amoladora siguiendo esa línea. Fijá bisagras a un lateral para que la tapa pueda abrir y cerrar fácilmente.

  3. Armar la base y el mango
    Perforá la parte inferior y colocá pernos con arandelas y tuercas para formar las patas de apoyo. En la tapa, fijá dos planchuelas pequeñas y atornillá una barra de madera para que funcione como mango aislante.

  4. Ventilación y soporte interno
    Hacé varios orificios pequeños en los costados inferiores para asegurar una buena ventilación. Luego cortá dos planchuelas con muescas para usarlas como soporte para la rejilla interior regulable.

  5. Colocar la estructura interna
    Soldá o encastrá varillas de hierro a lo largo del fondo, donde irá el carbón. Encima de eso, colocá la rejilla metálica donde se va a cocinar, ajustándola al tamaño y altura que prefieras.

  6. Hacer la primera prueba
    Poné carbón, encendelo y dejá que caliente bien la estructura. Probá cocinando alguna carne o verdura para verificar que el flujo de calor sea parejo y que funcione sin problemas.

Consejos:

  • Siempre trabajá en un lugar abierto, con buena ventilación y usá protección: guantes, gafas y ropa gruesa.

  • Asegurate de que no haya gas residual antes de hacer cualquier corte.

  • Si querés un acabado más prolijo y duradero, usá pintura para altas temperaturas.

  • Reutilizá varillas y tornillos de otros proyectos para ahorrar en materiales.

  • Podés ajustar la altura de la rejilla interna para crear zonas de cocción más suaves o más intensas.

Esta transformación no solo es útil y económica, sino también una excelente forma de darle una segunda vida a una garrafa vieja.

Con dedicación y creatividad, vas a tener una parrilla que no pasa desapercibida.

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