Con 1 jabón hice un suavizante de ensueño ¡16 litros de pura suavidad!

Hoy en día, los productos de limpieza están cada vez más caros, y muchos no rinden como prometen.

Pero con un poco de ingenio, se puede hacer un suavizante casero que no solo es económico, sino también mucho más rendidor, perfumado y concentrado que los que comprás en el súper.

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Esta receta es ideal si querés cuidar el bolsillo y seguir disfrutando de ropa suave, fresca y bien perfumada.

Ingredientes

• 1 jabón perfumado grande o 2 de 100 g cada uno (de flores o frutado)

• 1 litro de agua hirviendo

• 200 ml de vinagre blanco de alcohol

• 1 litro de agua bien fría (de la heladera)

• 20 cucharadas de crema para el cabello o acondicionador económico

• 2 litros de agua con 3 cucharadas de bicarbonato (batida previamente)

• 7 litros de agua a temperatura ambiente

• 4 litros de agua fría

• 2 litros de suavizante comprado (puede ser el más económico)

• 50 ml de amoníaco (se consigue en farmacias)

Preparación

1. Rallá los jabones y disolvelos en 1 litro de agua hirviendo. Revolvé hasta que se derritan bien.

2. Sumá 1 litro de agua helada y seguí revolviendo hasta que se enfríe. Vas a notar que se convierte en una especie de mousse espesa.

3. Dividí esa mousse en 4 partes iguales. En una licuadora o batidora, colocá una parte con 5 cucharadas de crema para el cabello y batí 1 minuto. Repetí el proceso con cada una de las partes, usando en total las 20 cucharadas.

4. Uní todas las mezclas en una palangana o recipiente grande.

5. Aparte, mezclá 2 litros de agua con las 3 cucharadas de bicarbonato, batí bien y añadilo a la mezcla.

6. Incorporá los 7 litros de agua a temperatura ambiente, revolviendo constantemente.

7. Sumá los 200 ml de vinagre blanco y seguí mezclando.

8. Agregá los 2 litros de suavizante comprado y mezclá bien por unos minutos.

9. Por último, incorporá los 50 ml de amoníaco como conservante, y otros 3 litros de agua para llegar a los 16 litros finales.

Consejo:

Dejá reposar la mezcla toda la noche. Al principio puede haber mucha espuma, pero al día siguiente se asienta.

Vas a obtener un suavizante cremoso, con un aroma espectacular y que te va a rendir muchísimo.

¡Ideal para hacer rendir la plata y tener la ropa siempre impecable!