Si querés disfrutar de frutillas frescas todo el año, cultivarlas en macetas es una excelente opción.
No necesitás un gran espacio ni un jardín, solo un lugar con buena luz y algunos cuidados básicos.
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Las frutillas se adaptan muy bien a los balcones, terrazas o patios, y producen frutos sabrosos si reciben la atención adecuada.
A continuación, te explicamos cómo hacerlo paso a paso.
Qué necesitás
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Maceta profunda (mínimo 25 cm de profundidad) con buen drenaje
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Tierra fértil o sustrato para huerta
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Plantines de frutilla
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Compost o humus de lombriz
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Piedritas o trozos de cerámica (para el fondo)
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Regadera o pulverizador
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Guantes de jardinería
Paso a paso
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Preparar la maceta
Elegí una maceta con orificios de drenaje en la base. Colocá en el fondo una capa de piedritas o trozos de cerámica para evitar que el exceso de agua se acumule y pudra las raíces. -
Agregar el sustrato
Llená la maceta con una mezcla de tierra fértil, compost y humus de lombriz. Las frutillas necesitan un suelo suelto y rico en materia orgánica. Evitá los suelos compactos o arcillosos. -
Plantar los plantines
Hacé un hueco en el centro de la maceta y colocá el plantín, cuidando que las raíces queden bien extendidas. La corona (la parte entre las raíces y las hojas) debe quedar a nivel del suelo, no enterrada. -
Regar correctamente
Después de plantar, regá suavemente hasta humedecer toda la tierra. Las frutillas necesitan humedad constante, pero sin encharcar. En días calurosos, podés pulverizar el follaje para mantener fresco el ambiente. -
Ubicación y cuidados
Colocá la maceta en un lugar donde reciba al menos 6 horas de sol al día. Si la cultivás en interiores, asegurate de ponerla cerca de una ventana soleada. Retirá las hojas secas o enfermas y controlá que no haya plagas como pulgones o babosas.
Consejos:
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Cuando las plantas comiencen a florecer, agregá un poco más de compost o abono orgánico para fortalecer la producción.
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Si querés una cosecha continua, podés plantar varias macetas con frutillas de distintas variedades.
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Durante el invierno, protegé las plantas del frío extremo con una manta térmica o cubriéndolas durante la noche.
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Cosechá las frutillas cuando estén bien rojas y firmes, evitando dejar los frutos demasiado tiempo en la planta.
Cultivar frutillas en macetas es una experiencia gratificante y muy sencilla.
En pocas semanas, vas a poder disfrutar de tus propias frutas frescas, llenas de aroma y sabor natural.