Cuando llega el momento de lavar una manta pesada o un edredón grande, muchos se encuentran con el mismo problema: no entra en el lavarropas.
Y si entra, el peso que toma cuando se moja puede arruinar el tambor o hacer que la máquina deje de funcionar.
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Pero la buena noticia es que no hace falta llevarlo a una tintorería. Con algunos materiales básicos y un poco de paciencia, podés dejarlo impecable en casa.
Materiales necesarios
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Agua tibia (a unos 40°C, ni fría ni muy caliente)
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6 cucharadas de bicarbonato de sodio
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2 cucharadas de detergente para platos o detergente líquido suave
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Una bañera o recipiente bien amplio
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Una fregona, escobillón limpio o cepillo suave
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Toallas o una silla para el secado
Paso a paso para lavarla sin máquina
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Preparar la mezcla de limpieza
Llená la bañera con agua tibia. Agregá el bicarbonato de sodio y el detergente, y revolvé bien hasta que todo esté disuelto. Esta mezcla no solo limpia, también desinfecta y elimina olores. -
Sumergir la manta o el edredón
Colocá la manta dentro del agua, asegurándote de que quede totalmente cubierta. Si flota, presionala con cuidado hasta que se empape bien. Dejala en remojo durante 4 horas para que el detergente afloje toda la mugre. -
Frotar suavemente sin forzar la espalda
Pasado el tiempo, presioná con las manos para “amasar” la manta dentro del agua. Si tenés una fregona o un palo de escobillón limpio, usalo como prensa para no tener que agacharte tanto. Esto ayuda a que la mezcla penetre más. -
Enjuagar varias veces
Sacá el agua sucia, llená con agua limpia y enjuagá la manta. Vas a tener que hacerlo entre 3 y 5 veces hasta que el agua salga bien clara. Esto es importante para que no queden restos de jabón que después endurecen las telas. -
Escurrir sin retorcer
Con la manta todavía dentro de la bañera, apretá suavemente para que largue el exceso de agua. No la retuerzas porque podés deformar el tejido. Si usás un palo, podés ayudarte presionando de un extremo al otro. -
Secado correcto sin dañar la tela
Extendé la manta sobre una silla, soga o superficie limpia. Poné una toalla debajo si gotea mucho. Dejala secar a la sombra, en un lugar bien ventilado. No la expongas al sol directo porque se puede decolorar o endurecer.
Tips y consejos:
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No uses agua caliente, porque puede achicar la tela o arruinar el relleno del edredón.
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Usá jabones suaves, como detergente de cocina o líquido para ropa delicada.
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Nunca la cuelgues empapada: escurrí antes para no forzar la tela.
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Lavala cada dos meses si la usás seguido, así evitás olores fuertes y polvo acumulado.
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Este método también sirve para frazadas, acolchados livianos o cobertores de sillón.
Este truco es ideal para quienes no quieren pagar una tintorería y prefieren mantener su ropa de cama limpia en casa.
Probalo y compartilo con quienes también se les complica lavar cosas grandes. ¡Funciona!