El cuidado de las almohadas es esencial para mantenerlas limpias y frescas, ya que, con el tiempo, absorben sudor, suciedad y ácaros que pueden afectar nuestra salud y descanso.
Aunque solemos cambiar las fundas con frecuencia, las almohadas en sí también necesitan una limpieza profunda para eliminar bacterias y mantenerlas en buen estado.
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Si te preguntás cómo lograr que queden como nuevas, aquí te comparto algunos trucos sencillos y efectivos para hacerlo en casa.
Bicarbonato de sodio y vinagre
Uno de los métodos más efectivos para limpiar tus almohadas es usando bicarbonato de sodio y vinagre blanco. Estos ingredientes son conocidos por su capacidad para desinfectar y desodorizar.
- Colocá las almohadas en la lavadora y cubrilas con agua.
- Añadí media taza de bicarbonato de sodio y media taza de vinagre blanco.
- Revolvé un poco el agua para asegurarte de que los ingredientes se mezclen bien.
- Dejá reposar la mezcla el tiempo necesario.
- Lavá las almohadas con el ciclo habitual de la lavadora y dejalas secar al sol.
Este truco es ideal para eliminar manchas y olores, dejando tus almohadas frescas y desinfectadas.
Agua caliente y jugo de limón
El limón es un excelente aliado para blanquear y desinfectar de manera natural. Si querés devolverle el brillo a tus almohadas, este método es perfecto.
- Calentá dos litros y medio de agua hasta que hierva.
- Agregá el jugo de seis limones al agua caliente.
- Sumergí las almohadas en la mezcla, asegurándote de que queden completamente cubiertas.
- Dejalas en remojo durante aproximadamente dos horas.
- Finalmente, lavalas en la lavadora con el jabón que usás habitualmente y dejalas secar al sol.
El jugo de limón no solo limpia, sino que también deja un aroma fresco en las almohadas.
Peróxido de hidrógeno y limón
El agua oxigenada es otro potente limpiador que, combinado con limón, puede eliminar manchas y desinfectar profundamente.
- En un balde, mezclá media taza de jugo de limón con una taza de agua oxigenada y agua caliente.
- Sumergí las almohadas en la mezcla y dejalas reposar durante una hora.
- Luego, enjuagá las almohadas en la lavadora y dejalas secar al sol.
Este truco es ideal si querés eliminar manchas persistentes o si las almohadas están muy sucias.
Consejos finales:
- Siempre verificá las etiquetas de cuidado de tus almohadas antes de lavarlas para asegurarte de que soportan el proceso.
- Secar las almohadas al sol es fundamental, ya que el sol actúa como un desinfectante natural.
- Si no tenés lavadora, podés hacerlo manualmente, asegurándote de enjuagar bien los productos que usaste para la limpieza.
Con estos trucos, tus almohadas quedarán limpias, desinfectadas y con un aroma fresco, ¡como si fueran nuevas!