Si tenés restos de cajas o cartones viejos, podés transformarlos en una masa increíblemente resistente, ideal para manualidades, reparaciones y proyectos creativos.
Es económica, fácil de manejar y se adapta a cualquier forma que quieras darle.
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Con unos pocos materiales básicos, obtenés un compuesto firme, moldeable y súper duradero.
Qué necesitás
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Cartón reciclado (cajas o planchas finas)
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Agua caliente
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Cola vinílica
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Harina o fécula
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Batidor o mixer
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Recipiente hondo
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Colador o tela para escurrir
Paso a paso
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Cortá el cartón en pedacitos chicos para que se humedezcan más rápido y la mezcla quede pareja.
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Colocalos en un recipiente con agua caliente y dejalos reposar entre 15 y 20 minutos hasta que se ablanden por completo.
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Una vez que el cartón esté bien húmedo, trituralo con la mano o usá un mixer para desarmarlo hasta lograr una pasta fibrosa.
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Escurrí la mezcla usando un colador o un paño. No la dejes seca del todo: tiene que conservar algo de humedad para poder incorporarle los demás ingredientes.
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Sumá dos o tres cucharadas de harina o fécula para darle cuerpo y mejorar la consistencia.
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Agregá cola vinílica de a poco. Este componente es clave porque actúa como pegamento, aportando firmeza y resistencia después del secado.
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Mezclá todo con energía hasta obtener una masa uniforme, espesa y maleable. Si está muy blanda, agregá un poco más de harina. Si está muy dura, un chorrito de agua tibia.
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Amasá durante dos o tres minutos para activar la textura y eliminar burbujas. Cuanto más la trabajes, más compacta y sólida va a quedar al secarse.
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Usala para modelar figuras, reforzar superficies, rellenar huecos o crear piezas artesanales.
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Dejá secar al aire entre 24 y 48 horas según el grosor. Cuando está completamente seca, la masa queda rígida, firme y muy resistente.
Tips y consejos:
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Cuanto más triturado esté el cartón, más suave y uniforme va a quedar la masa final.
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Si querés una textura extra fuerte, agregá una cucharada adicional de cola vinílica.
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Podés teñir la mezcla con témpera o colorante para obtener tonos específicos sin pintar después.
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Para superficies lisas, mojate los dedos y alisá antes de dejar secar.
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Guardá la masa en un frasco hermético si no la vas a usar en el momento; dura uno o dos días sin problemas.
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Si necesitás que resista golpes o presión, hacé capas más delgadas y dejalas secar bien antes de añadir más material.
Esta masa de cartón reciclado es versátil, económica y muy durable.
Te permite crear piezas sólidas y prolijas usando materiales que normalmente se descartarían.