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Recetas con Pollo

Cómo hacer pollo al ajillo ¡Una receta muy facil con un sabor increíble!

El pollo al ajillo es una de esas recetas clásicas que nunca fallan: simple, económica y con un aroma irresistible gracias al ajo y al vino blanco.

Perfecta para preparar en poco tiempo y acompañar con la guarnición que más te guste, desde papas al horno hasta una ensalada fresca.

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Ingredientes

  • 1 kg de pollo troceado (pata, muslo, pechuga o lo que prefieras)

  • 2 cabezas de ajo

  • 400 ml de vino blanco

  • 1 taza de aceite de oliva

  • Sal y pimienta negra a gusto

Preparación

  1. Colocá los trozos de pollo en un bol, agregales sal y pimienta, mezclá bien y dejá reposar unos minutos.

  2. En una sartén grande, volcá la taza de aceite y sumá los dientes de ajo enteros, con cáscara y un pequeño corte en el centro.

  3. Cociná a fuego medio, moviéndolos constantemente hasta que empiecen a dorarse. Retiralos y reservá en un plato.

  4. En el mismo aceite caliente, agregá los trozos de pollo y subí el fuego al máximo para sellar y dorar de ambos lados.

  5. Una vez que el pollo esté dorado, retiralo y reservá. Quitá el exceso de aceite de la sartén, dejando solo un poco para continuar la cocción.

  6. Volvé a colocar el pollo en la sartén, bajá el fuego a medio y añadí el vino blanco junto con los ajos reservados.

  7. Cociná a fuego mínimo durante 15 minutos, dejando que el vino se reduzca y se impregne en la carne.

  8. Retirá del fuego y serví caliente con la salsa que quedó en la sartén.

Tips y consejos:

  • Para que el plato tenga más aroma, podés usar ajos orgánicos o incluso asarlos unos minutos antes de sumarlos a la preparación.

  • Si querés una versión más liviana, usá menos aceite y dorá el pollo en una plancha o sartén antiadherente, agregando apenas un chorrito de oliva.

  • Este plato combina muy bien con papas al natural, puré cremoso o papas fritas, pero también con ensaladas frescas para equilibrar el sabor fuerte del ajo.

  • Podés añadir hierbas como perejil, tomillo o romero al final de la cocción para darle un toque extra de frescura.

  • Si no tenés vino blanco, reemplazalo por caldo de pollo casero: el sabor quedará más suave pero igualmente delicioso.

  • Para que el pollo quede bien jugoso, evitá cocinarlo demasiado tiempo; con 15 a 20 minutos alcanza para que se impregne de sabor sin secarse.

  • La salsa que queda en la sartén es tan rica que conviene acompañar este plato con pan casero o una baguette para aprovecharla al máximo.

El pollo al ajillo es de esas recetas que se disfrutan sin complicaciones, con pocos ingredientes y un sabor intenso que conquista a todos.

Una opción fácil, casera y rendidora para cualquier día de la semana.

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