Si estás buscando una pizza diferente, sabrosa y muy económica, esta versión con sardinas es ideal.
Es perfecta para aprovechar ingredientes que solemos tener en casa y sorprender con una preparación casera que rinde un montón.
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Podés hacerla para una cena rápida, para llevar a una reunión o simplemente para salir de la clásica de muzzarella.
Ingredientes
Para la masa:
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2 tazas de harina común
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1 ½ taza de agua tibia
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1 cucharada de sal fina
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1 cucharada de azúcar
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5 cucharadas de aceite (puede ser girasol u oliva)
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2 huevos
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1 sobre de levadura seca (7 g)
Para la salsa:
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1 cebolla mediana picada
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1 tomate maduro picado
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1 paquete chico de puré de tomate
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1 lata de sardinas escurridas (sin aceite)
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Sal a gusto
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Un chorrito de aceite
Preparación
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En un bol, mezclá la levadura con el agua tibia, el azúcar, la sal y el aceite. Dejá reposar 5 minutos hasta que se active.
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Agregá los huevos y empezá a incorporar la harina de a poco, mezclando hasta formar una masa tierna y algo pegajosa. Amasá unos minutos hasta que quede bien integrada.
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Tapá el bol con un repasador y dejá que leve en un lugar cálido por unos 30 minutos, o hasta que duplique su volumen.
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Mientras leva, prepará la salsa: en una sartén con un chorrito de aceite, salteá la cebolla hasta que esté transparente. Sumá el tomate picado y cociná unos minutos más.
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Agregá el puré de tomate y salá a gusto. Cociná a fuego bajo hasta que la salsa espese un poco. Por último, incorporá las sardinas desmenuzadas suavemente para que no se rompan del todo. Reservá.
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Prendé el horno a 180°C. Una vez levada la masa, estirala en una pizzera previamente aceitada. Pinchala con un tenedor y llevá al horno por 10 minutos para precocinarla.
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Retirá la base, cubrila con la salsa de sardina y volvé a hornear por 20 a 30 minutos, hasta que esté bien dorada en los bordes.
Consejos
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Si querés sumarle un toque especial, podés agregar aceitunas negras, morrón asado o un poco de queso rallado antes del horneado final.
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Asegurate de que la salsa no esté demasiado líquida para que no humedezca la base.
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Esta masa es muy versátil, también sirve para hacer pizzetas o calzones.
Ya tenés una opción riquísima, distinta y muy fácil de preparar en casa. Ideal para cortar en porciones y disfrutar en familia.
¡Probala y contame cómo te salió!