Si estás buscando una opción más saludable para cocinar o acompañar tus comidas, esta manteca fit es ideal.
Es fácil de preparar, económica, y solo necesitás dos ingredientes naturales que probablemente ya tengas en tu casa.
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Ingredientes
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1 taza de aceite de oliva
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½ taza de aceite de coco (preferentemente neutro o sin sabor)
Preparación
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En un recipiente hondo, colocá una taza de aceite de oliva.
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Agregá media taza de aceite de coco. Si está sólido, podés derretirlo previamente unos segundos a baño María o en el microondas.
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Mezclá ambos aceites con una cuchara o batidor de mano hasta que estén completamente integrados. La preparación debe quedar de un color uniforme.
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Volcá la mezcla en un recipiente de vidrio con tapa o en un molde pequeño.
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Llevá al freezer durante una hora para que solidifique. Pasado ese tiempo, la consistencia será similar a la manteca convencional.
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Guardá la preparación en la heladera y usala cuando quieras. La textura se mantendrá cremosa y untable.
Consejos
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Si preferís una consistencia más firme, podés usar tres partes de aceite de coco por una de oliva.
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Esta manteca es ideal para cocinar vegetales, carnes o huevos, pero también funciona muy bien para untar tostadas o preparar recetas dulces.
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Si querés hacer una versión saborizada, podés agregarle ajo en polvo, orégano, albahaca o ralladura de limón.
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Se conserva en la heladera por 10 a 15 días. También podés dividirla en porciones individuales y guardarlas en el freezer.
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Es apta para celíacos, ya que no contiene gluten, y es perfecta para quienes siguen una alimentación keto o baja en carbohidratos.
Preparar tu propia manteca fit en casa no solo es más saludable, sino también mucho más económico.
Es una excelente alternativa para evitar aditivos y conservantes, y además tiene un sabor suave que se adapta a cualquier plato.
¡Probala y vas a ver cómo se convierte en un infaltable en tu cocina!