Cada vez más personas eligen cuidar sus plantas de manera natural, evitando los productos químicos que pueden dañar el suelo y el medio ambiente.
Preparar tu propio fertilizante orgánico casero no solo es una forma económica y ecológica de nutrir tus plantas, sino también una excelente manera de aprovechar los residuos del hogar.

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Con unos pocos ingredientes, se puede elaborar un abono líquido que estimula el crecimiento, mejora la floración y fortalece las raíces.
Qué es un fertilizante orgánico
Un fertilizante orgánico está hecho a base de materiales naturales, como restos de alimentos, plantas o minerales.
A diferencia de los químicos, que aportan nutrientes de manera rápida pero agresiva, los orgánicos liberan los nutrientes de forma gradual, mejorando la calidad del suelo a largo plazo.
Además, favorecen la presencia de microorganismos beneficiosos, esenciales para un ecosistema equilibrado.
Ingredientes necesarios
Para preparar este fertilizante líquido casero, vas a necesitar productos que seguramente ya tenés en casa:
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½ taza de café molido usado
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½ taza de cáscara de huevo triturada
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½ taza de cáscara de banana picada
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1 litro de agua
Cada uno de estos ingredientes cumple una función específica:
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Café molido: aporta nitrógeno, ideal para hojas verdes y tallos fuertes.
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Cáscara de huevo: rica en calcio, fortalece las raíces y previene deficiencias minerales.
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Cáscara de banana: fuente natural de potasio y fósforo, indispensables para la floración.
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Agua: permite disolver los nutrientes y facilita su aplicación al suelo.
Cómo prepararlo paso a paso
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Colocá todos los ingredientes en la licuadora.
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Procesá hasta obtener una mezcla homogénea y ligeramente espesa.
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Si querés un fertilizante líquido, colá la mezcla con un paño o colador fino.
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Verté el preparado en una botella o bidón con tapa.
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Guardalo en un lugar fresco y oscuro.
Antes de aplicarlo, diluí una parte del concentrado en tres partes de agua. Este paso es fundamental para evitar una sobredosis de nutrientes.
Cómo aplicarlo correctamente
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Plantas de interior: usá medio vaso del fertilizante diluido una vez al mes, vertiéndolo cerca del tallo.
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Plantas de exterior y huerta: aplicá una vez al mes alrededor de la base, sin mojar las hojas.
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Macetas nuevas o trasplantes: podés usar una pequeña cantidad del fertilizante para enriquecer el sustrato antes de plantar.
Consejos prácticos
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No uses café sin haber sido preparado, ya que su acidez podría afectar el pH del suelo.
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Si notás mal olor, agregá una cucharada de bicarbonato o prepará una nueva tanda.
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Guardá la mezcla por no más de dos semanas.
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Evitá aplicarlo con demasiada frecuencia, ya que el exceso de nutrientes también puede perjudicar el crecimiento.
Otras alternativas naturales
Podés complementar este fertilizante con otros preparados sencillos:
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Agua de arroz: rica en almidones, estimula el desarrollo radicular.
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Té de compost: ideal para pulverizar sobre las hojas.
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Cáscaras de cítricos secas: actúan como repelente natural de plagas.
Elaborar fertilizantes orgánicos caseros es una práctica sencilla, económica y sostenible.
Con esta receta, tus plantas recibirán todos los nutrientes que necesitan para crecer fuertes, verdes y llenas de vida, mientras contribuís a reducir residuos y cuidar el medio ambiente desde tu propio hogar.