Un salteado rápido con sabores mediterráneos, dorado por fuera y jugoso por dentro.
Se cocina en una sola sartén, tiene contraste de texturas y una salsita liviana que invita a mojar pan.
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Ideal para resolver la comida de todos los días sin complicarse.
Ingredientes (3–4 porciones)
Papas doradas con cebolla
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5 a 6 papas medianas
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1 cebolla mediana, en pluma
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2 cucharadas de aceite de oliva
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1 cucharada de manteca
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Sal, pimienta, una pizca de nuez moscada y 1 hoja de laurel
Pollo y salsa mediterránea
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500 g de filete de pollo en bocados
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1 cucharada de harina de trigo (para sellar)
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1 cucharada de aceite de oliva
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1 cucharada de manteca
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16 tomates cherry o 2 a 3 tomates en gajos
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2 dientes de ajo picados
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1 cucharadita de pasta de anchoas
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¾ taza de vinagreta de vino (½ taza de aceite de oliva + ¼ taza de vinagre de vino, sal y pimienta, batidos)
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1 cucharadita de orégano seco
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16 aceitunas negras sin carozo
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1 manojo de perejil de hoja plana, picado
Preparación
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Hervir las papas. Cociná enteras, con cáscara, en agua con sal desde frío. Cuando hierva, contá 12–15 minutos: deben quedar tiernas pero firmes. Escurrí, pelá y cortá en rodajas de 1 cm.
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Dorar con cebolla. En una sartén amplia calentá aceite y manteca. Rehogá la cebolla hasta dorar. Sazoná con sal, pimienta, nuez moscada y laurel. Sumá las rodajas de papa y salteá a fuego medio–alto hasta que tomen buen color. Retirá y mantené tibio.
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Sellar el pollo. Salpimentá, espolvoreá con harina y dorá en la misma sartén con aceite y manteca, 2–3 minutos por lado a fuego alto. Retirá.
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Salsa. Bajá el fuego, agregá el ajo 30 segundos. Incorporá tomates, pasta de anchoas y orégano; salteá 2 minutos. Deglasá con la vinagreta de vino y dejá hervir 1 minuto para emulsionar.
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Final. Volvé el pollo a la sartén con las aceitunas. Salteá 1–2 minutos, ajustá sal y pimienta y terminá con perejil picado.
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Servir. Repartí las papas doradas con cebolla en los platos y arriba el pollo con su salsa, tomates y aceitunas.
Consejos:
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Herví las papas al dente y dejalas entibiar antes de cortarlas: doran mejor y no se desarman.
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El sellado con un toque de harina da costrita al pollo y ayuda a conservar la jugosidad.
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La pasta de anchoas realza la salsa sin invadir; si no hay, usá alcaparras picadas.
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Menos acidez: cambiá dos cucharadas de la vinagreta por caldo o sumá una pizca de azúcar.
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Podés usar pechuga o muslo deshuesado; el muslo queda especialmente jugoso.
Un plato completo, colorido y muy práctico: papas bien doradas, pollo crujiente y una salsa perfumada que se arma en minutos.