El omelette es una de esas preparaciones rápidas, versátiles y livianas que resuelven cualquier comida del día.
Con unos pocos ingredientes podés lograr platos llenos de sabor, con combinaciones frescas y nutritivas.

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Estas cuatro versiones te permiten variar sin esfuerzo y disfrutar omelettes bien tiernos, dorados y con rellenos abundantes.
Omelette mediterráneo
Ingredientes
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8 huevos
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Sal y pimienta a gusto
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4 fetas de jamón cocido
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4 fetas de queso
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4 cucharaditas de aceite de oliva suave
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1 tomate grande
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1 cucharadita de orégano
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1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra
Preparación
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Batí los huevos de a dos en un bol y condimentá con sal y pimienta.
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Calentá una sartén con una cucharadita de aceite de oliva y volcá los huevos. Cociná hasta que estén firmes pero jugosos.
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Agregá una feta de jamón y una de queso en el centro.
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Doblá el omelette o enrollalo y dejalo un minuto más al fuego para fundir el queso.
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Dorá ligeramente de ambos lados.
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Acompañá con rodajas de tomate, orégano y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Consejos:
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Batí los huevos justo antes de cocinarlos para un resultado más aireado.
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Si querés más sabor, sumá aceitunas picadas.
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Usá queso que funda bien, como el cremoso o el mozzarella.
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No cocines demasiado el huevo para que no quede seco.
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Podés reemplazar el jamón por pavita o salame suave.
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Para una versión más liviana, usá solo dos huevos por porción.
Omelette de espinaca
Ingredientes
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4 huevos
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60 g de espinaca fresca picada
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3 cucharadas de queso parmesano rallado
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Una pizca de nuez moscada
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Sal y pimienta a gusto
Preparación
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Mezclá en un bol los huevos, la espinaca, el queso y los condimentos.
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Engrasá una sartén y calentala a fuego medio.
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Volcá la mitad de la mezcla para cocinar el primer omelette.
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Cociná 3 minutos hasta que empiece a cuajar.
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Dalo vuelta con cuidado y cociná 2 o 3 minutos más.
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Repetí el proceso con la mezcla restante y serví caliente.
Consejos:
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Si usás espinaca congelada, escurrila bien antes de incorporarla.
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Sumá un toque de queso fresco en cubitos para darle humedad.
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La nuez moscada combina perfecto con las hojas verdes, usala con moderación.
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Evitá fuego muy alto para que no se queme por fuera.
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Podés agregar cebolla rehogada si te gusta más sabroso.
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Servilo con una ensalada fresca para completar la comida.
Omelette de champiñones y cebolla
Ingredientes
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2 huevos
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6 claras
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500 g de champiñones laminados
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½ cebolla en tiras finas
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2 cucharadas de perejil picado
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1 cucharadita de aceite
Preparación
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Rehogá los champiñones y la cebolla hasta que estén tiernos.
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Agregá el perejil y reservá.
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Batí los huevos y las claras en un bowl.
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Calentá una sartén con aceite y volcá una parte de la mezcla.
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Prepará 4 omelettes finos y rellenalos con los champiñones.
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Servilos bien calientes para aprovechar su textura.
Consejos:
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Salteá primero la cebolla para que quede más dulce.
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Podés sumar un chorrito de salsa de soja si te gusta más intenso.
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Usá champiñones frescos para un sabor más natural.
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Si te gusta más esponjoso, evitá batir demasiado las claras.
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Para una versión más cremosa, agregá queso untable dentro del relleno.
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Cociná el omelette a fuego medio-bajo para evitar que se quiebre.
Omelette primavera
Ingredientes
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8 huevos
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¼ taza de zucchini picado
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½ taza de pimiento rojo picado
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½ taza de cebolla picada
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½ taza de champiñones
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½ taza de maíz dulce
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Aceite de oliva
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Sal y pimienta a gusto
Preparación
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Salteá el zucchini, el pimiento, la cebolla, los champiñones y el maíz con un chorrito de aceite.
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Condimentá con sal y pimienta.
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Batí los huevos por separado.
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Calentá una sartén y verté parte de los huevos.
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Antes de que cuaje por completo, agregá las verduras y doblá el omelette.
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Cociná un minuto más y serví con pan tostado o ensalada.
Consejos:
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Cortá las verduras en tamaño parejo para que se cocinen al mismo tiempo.
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Podés agregar queso para darle más cremosidad.
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Evitá exceso de aceite para mantenerlo liviano.
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Si te gusta más “alto”, usá una sartén pequeña.
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El maíz dulce le da un toque riquísimo, no lo reemplaces por choclo común.
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Probá sumar albahaca picada al final para un aroma fresco.
Estas cuatro versiones de omelette permiten variar sabores sin complicarse y con ingredientes accesibles.
Son opciones rápidas, rendidoras y perfectas para resolver cualquier comida del día con algo casero y bien sabroso.