Cuando el calor aprieta, no hay nada mejor que una bebida fresca, colorida y deliciosa para refrescarte.
Esta receta es ideal para toda la familia, con gelatina, frutas, crema y un toque especial de textura que encantará a grandes y chicos.
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Ingredientes
- 1 litro de agua
- 4 cucharadas de azúcar
- 30 g de gelatina sin sabor
- 1 lata de duraznos en almíbar o frutas frescas (como frutillas, kiwi o uvas)
- 200 ml de crema de leche
- 250 ml de leche condensada
- 300 ml de leche entera o evaporada
- Colorantes alimenticios (rojo, amarillo y verde, opcionales)
- 1 taza de perlas de tapioca cocidas (opcional)
Preparación
- Disolvé la gelatina sin sabor en 1 taza de agua fría para hidratarla. Mientras tanto, calentá 3 tazas de agua con el azúcar hasta que hierva. Añadí la gelatina hidratada al agua caliente y mezclá bien hasta que se disuelva completamente.
- Dividí la mezcla en tres recipientes y, si querés darle un toque de color, agregá unas gotas de colorante rojo, amarillo y verde en cada uno. Colocá las mezclas en recipientes bajos y llevá a la heladera hasta que estén firmes. Una vez listas, cortá la gelatina en cubos pequeños.
- En un bowl grande, mezclá la crema de leche, la leche condensada y la leche entera. Batí suavemente hasta que quede una mezcla cremosa y homogénea.
- Agregá las frutas cortadas en cubos pequeños o rodajas, y las perlas de tapioca si las usás. Revolvé para integrar bien los ingredientes.
- Incorporá los cubitos de gelatina de colores a la mezcla y mezclá con cuidado para no romperlos.
- Verté la bebida en vasos individuales o en una jarra grande. Enfriá en la heladera durante al menos 1 hora para que los sabores se integren. Serví bien frío y, si querés, decorá con una rodaja de fruta o unas hojas de menta.
Esta bebida es sencilla, deliciosa y perfecta para cualquier ocasión. Su mezcla de colores y sabores la hace única, ideal para reuniones o simplemente para disfrutar en casa en un día caluroso.
¡Anímate a prepararla y sorprendé a todos!