Cuatro ideas simples, económicas y rápidas para mimar la piel en casa.
Antes de empezar: limpiá el rostro, hacé una prueba en el antebrazo 24 h si tenés piel sensible y evitá el contorno de ojos.
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Usá siempre ingredientes frescos y prepará capas espesas para que no chorreen.
1) Pepino + aloe (calmante e hidratante)
Ingredientes
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½ pepino sin semillas
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2–3 cucharadas de gel de aloe vera puro
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1 cucharadita de agua de rosas o agua filtrada (opcional)
Paso a paso
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Procesá el pepino hasta puré.
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Mezclá con el gel de aloe (y el agua si querés aligerar).
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Aplicá una capa generosa y dejá 10–15 min.
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Retirá con agua fresca y sellá con tu crema ligera.
Ideal para piel sensible o enrojecida; refresca y desinflama.
2) Remolacha + miel (iluminadora)
Ingredientes
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¼ de remolacha cruda, rallada finita
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1–2 cucharadas de miel
Paso a paso
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Exprimí apenas la ralladura para quitar exceso de jugo.
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Uní con la miel hasta lograr una pasta espesa.
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Extendé sobre el rostro y dejá 8–10 min.
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Enjuagá con agua tibia y seguí con hidratante.
Aclara el tono opaco y aporta suavidad. Puede teñir levemente: retirá bien y evitá prendas claras.
3) Zanahoria + jugo de naranja (revitalizante)
Ingredientes
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1 zanahoria mediana rallada muy fina
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2–3 cucharadas de jugo de naranja recién exprimido
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1 cucharada de yogur natural o avena molida (opcional, para espesar)
Paso a paso
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Mezclá la zanahoria rallada con el jugo; sumá yogur o avena si querés más cuerpo.
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Aplicá una capa pareja y dejá 8–12 min.
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Retirá con agua templada y terminá con crema.
Aporta luminosidad y suaviza la textura. Usá de noche: los cítricos pueden volver la piel más fotosensible.
4) Arándanos + miel (antioxidante)
Ingredientes
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⅓ de taza de arándanos (frescos o descongelados)
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1 cucharada de miel
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1 cucharadita de yogur o aloe (opcional)
Paso a paso
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Pisá o procesá los arándanos hasta puré.
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Integrá la miel (y el yogur/aloe si querés una crema más sedosa).
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Dejá actuar 10–15 min y retirá con agua tibia.
Ayuda a unificar el tono y a calmar brotes leves gracias a sus antioxidantes.
Cómo usarlas y cada cuánto
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Frecuencia: 1–2 veces por semana, alternando según necesidad (calmar, iluminar, revitalizar).
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Cantidad: capa generosa, sin llegar a párpados ni labios.
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Cierre de rutina: enjuagá, secá a toques y aplicá tónico e hidratante. De día, protector solar.
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Conservación: lo mejor es hacerlas al momento. Si te sobra, guardá en frasco limpio en heladera hasta 24 h (12 h para la de naranja).
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Evitar: piel lesionada, alergias conocidas a alguno de los ingredientes o sensibilidad marcada a ácidos cítricos.
Con estas cuatro fórmulas caseras vas a lograr una piel fresca, luminosa y cómoda, sumando un rato de relax a tu rutina de cuidado.