A los gatos les encantan los espacios cerrados y acogedores, y una simple caja puede convertirse en su lugar favorito.
En este artículo te mostramos cómo hacer una casita cómoda y segura usando cartón y materiales que ya tenés en casa.
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Ideal para reciclar, entretener y mimar a tu mascota al mismo tiempo.
Qué necesitás
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Una caja de cartón resistente
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Tijeras o cúter
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Cinta adhesiva fuerte
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Pistola de silicona caliente
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Marcadores, pintura o papel decorativo (opcional)
Paso a paso
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Elegí una caja que sea del tamaño adecuado para tu gato, ni muy grande ni muy pequeña. Evitá cajas con olores fuertes o manchas, ya que podrían ser perjudiciales para él.
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Dibujá con marcador una puerta de entrada. Lo ideal es que tenga una forma redondeada o cuadrada amplia, para que el gato pueda entrar y salir con facilidad. Si querés, agregá también ventanas decorativas.
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Con un cúter o una tijera, cortá con cuidado las entradas y ventanas. Hacelo despacio para que los bordes queden prolijos y seguros.
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Si notás que la caja está algo floja o endeble, reforzá los bordes y esquinas con cinta adhesiva resistente. Esto prolongará su duración y evitará colapsos.
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Es el momento de decorarla. Podés pintarla, cubrirla con papeles de colores o hacer dibujos con fibras. Evitá adhesivos o elementos pequeños que se puedan desprender.
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Dentro de la caja, colocá una mantita, una toalla doblada o una camiseta vieja. Esto le dará calidez y comodidad, y hará que el gato quiera pasar más tiempo adentro.
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Si querés que sea más entretenida, colgá algún juguete desde el techo de la caja o dejale dentro alguno de sus juguetes preferidos.
Consejos:
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Si tenés más de un gato, podés unir dos o tres cajas con túneles entre ellas para hacer una pequeña casita conectada.
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Buscá un rincón tranquilo y cálido para ubicar la casita. A los gatos les gusta la privacidad.
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Es recomendable supervisar las primeras veces que la use, por si necesitás reforzar algo o ajustar alguna abertura.
Crear una casita para tu gato con una caja de cartón es una forma simple y económica de estimular su curiosidad y ofrecerle un espacio propio.
Además, es una excelente forma de reutilizar materiales y disfrutar de un proyecto casero fácil y útil.