Los canelones de queso son una opción simple y sabrosa para cualquier día de la semana.
Se preparan con pocos ingredientes y rinden muy bien. Ideales para disfrutar al horno con salsa casera.
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Ingredientes
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10 placas de canelones
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1 taza de ricotta o requesón
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½ taza de queso mozzarella rallado
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1 taza de salsa de tomate
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Sal, pimienta y orégano a gusto
Preparación
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Cociná las placas de canelones en abundante agua con sal, según indique el paquete. Una vez listas, escurrilas con cuidado y apoyalas sobre un repasador limpio, para que no se peguen entre sí.
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En un bol mezclá la ricotta con la mozzarella rallada. Agregá sal, pimienta y orégano al gusto. Podés sumar también una cucharada de queso rallado para darle más sabor al relleno.
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Tomá una placa de canelón a la vez y colocá una porción del relleno en el centro. Enrollala con cuidado, sin apretar demasiado para que no se rompa. Repetí este paso con todas las placas.
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En una fuente para horno, verté una capa fina de salsa de tomate sobre la base. Acomodá los canelones uno al lado del otro.
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Cubrilos con el resto de la salsa. Si te gusta el queso bien derretido, podés sumar un poco más de mozzarella por arriba. También queda muy bien con queso rallado mezclado con pan rallado para gratinar.
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Llevá la fuente al horno precalentado a 180 °C. Cociná durante 25 a 30 minutos, hasta que la superficie esté dorada y burbujeante.
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Una vez listos, dejalos reposar 5 minutos antes de servir para que mantengan mejor la forma.
Consejos:
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Si usás placas de las que no necesitan hervir, asegurate de que haya suficiente salsa para que se cocinen bien en el horno.
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Podés mezclar la ricotta con espinaca salteada o acelga picada para hacer una versión con vegetales.
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Usá salsa casera de tomate para un sabor más fresco, o agregale una pizca de azúcar si usás salsa envasada.
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Para una textura más cremosa, mezclá la salsa con un chorrito de crema de leche o bechamel.
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Este plato se puede preparar con anticipación y guardar en heladera, listo para hornear cuando lo necesites.
Una receta sencilla, económica y muy rendidora, perfecta para compartir en familia o sorprender con algo clásico y delicioso.