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Recetas saladas

Cómo hacer Buñuelos de Lechuga

Una receta económica, rendidora y muy sabrosa que suele pasar desapercibida: los buñuelos de lechuga.

Son ideales para aprovechar sobras de verdura o preparar algo diferente para la merienda o una picada.

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Quedan doraditos por fuera y suaves por dentro, con un sabor que sorprende. ¡Una forma riquísima de comer lechuga frita!

Ingredientes

  • 250 g de harina común

  • 1 cucharada de avena fina

  • 1 cucharada de polvo para hornear

  • 4 cucharadas de queso rallado

  • 2 huevos

  • 2 cucharadas de aceite

  • 2 cucharadas de jugo de limón

  • 2 tazas bien colmadas de lechuga picada

  • 1 cebolla chica (opcional)

  • Leche cantidad necesaria

  • Sal, pimienta y nuez moscada a gusto

  • Aceite para freír

Preparación

  1. En un bowl grande, colocá la harina, la avena, el polvo de hornear, el queso rallado, una pizca de sal, pimienta y un toque de nuez moscada. Mezclá bien todos los ingredientes secos.

  2. Agregá los huevos, el aceite y el jugo de limón. Mezclá un poco para que se integren.

  3. Incorporá la lechuga bien picada y la cebolla (también picada fina si decidís usarla). Uní con cuchara o espátula.

  4. Empezá a sumar leche de a poco mientras mezclás, hasta lograr una masa espesa, más densa que la de panqueques, que se pueda levantar con cuchara sin que chorree.

  5. Calentá abundante aceite en una sartén profunda o una olla chica, a temperatura media (que no humee).

  6. Con la ayuda de dos cucharas, formá bolitas o montoncitos y volcálos suavemente en el aceite caliente.

  7. Freí los buñuelos por tandas, dándolos vuelta para que se doren parejo por todos lados. Tardan entre 3 y 5 minutos según el tamaño.

  8. Retiralos cuando estén dorados y crujientes, y colocalos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.

Consejos:

  • La cebolla le aporta mucho sabor y humedad, pero si preferís podés saltearla previamente para que quede más suave.

  • Probá sumarle una cucharada de perejil o albahaca picada para darles un toque más fresco.

  • El queso rallado puede ser tipo reggianito, pategrás o el que tengas a mano. Incluso podés combinar varios.

  • Si querés hacerlos al horno, colocá la mezcla en pirotines aceitados y cocinalos a 200°C hasta que estén dorados.

Estos buñuelos son una opción genial para cuando sobra lechuga o simplemente para variar con algo diferente.

Se comen calientes, fríos o incluso dentro de un sandwich. ¡Una delicia crocante por fuera y esponjosa por dentro!

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