El budín de espinaca con base de queso gratinado es una receta versátil y deliciosa que se adapta perfectamente a cualquier ocasión.
Ideal para quienes buscan una comida ligera y cargada de sabor, este plato combina la frescura de las verduras con la cremosidad del queso.
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Es fácil de preparar y resulta una opción atractiva tanto para el almuerzo como para la cena.
La clave de esta receta está en la simplicidad de sus ingredientes y en el equilibrio de sabores.
La espinaca, rica en nutrientes esenciales como hierro y vitamina C, se convierte en la protagonista, mientras que el queso gratinado le da ese toque especial que conquista a todos los paladares.
Ingredientes
- 1 paquete de espinaca fresca (aproximadamente 400 g).
- 3 huevos.
- 150 g de queso cremoso o mozzarella.
- 100 ml de crema de leche o leche evaporada.
- 2 cucharadas de harina de trigo.
- 1 diente de ajo picado (opcional).
- Sal y pimienta al gusto.
- Aceite de oliva o manteca para engrasar el molde.
- Queso rallado para gratinar (opcional).
Preparación
- Cocinar la espinaca: Lavá bien las hojas de espinaca y ponelas a cocinar en agua hirviendo con una pizca de sal durante 5 minutos. Una vez listas, escurrilas bien para eliminar el exceso de agua. Si preferís, también podés saltearlas en una sartén con un poco de aceite de oliva y ajo picado para potenciar el sabor.
- Preparar el molde: Engrasá un molde para horno con manteca o aceite de oliva. Este paso es importante para que el budín no se pegue y se pueda desmoldar fácilmente.
- Mezclar los ingredientes: En un bol grande, batí los huevos junto con la crema de leche hasta que queden bien integrados. Agregá la harina de trigo y mezclá hasta que no queden grumos. Incorporá la espinaca cocida, el queso cremoso en trozos pequeños, sal y pimienta al gusto.
- Montar el budín: Verté la mezcla en el molde preparado y distribuila de manera uniforme. Si querés darle un toque especial, espolvoreá queso rallado por encima para lograr una capa gratinada.
- Hornear: Llevá el molde al horno precalentado a 180°C y cociná durante 30-35 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y el budín se sienta firme al tacto. Para comprobar si está listo, podés insertar un cuchillo en el centro; si sale limpio, el budín está en su punto.
- Dejar enfriar y servir: Una vez listo, retirá el molde del horno y dejá reposar el budín unos minutos antes de desmoldarlo. Esto ayudará a que mantenga su forma. Cortalo en porciones y servilo tibio o a temperatura ambiente.
Variantes y Sugerencias
- Incorporá otras verduras: Si querés variar, podés combinar la espinaca con zanahoria rallada o brócoli picado.
- Toque de especias: Agregá nuez moscada o pimentón dulce a la mezcla para intensificar los sabores.
- Versión sin harina: Si preferís una opción más ligera, podés reemplazar la harina por una cucharada de maicena o simplemente omitirla.
Este budín de espinaca con queso gratinado es una excelente forma de incorporar vegetales a tu dieta sin sacrificar el sabor.
Es fácil de hacer, económico y perfecto para compartir con toda la familia.
¡Anímate a probarlo y disfrutá de una comida que encanta a grandes y chicos!