Estas bolitas son una tentación irresistible: doradas, crujientes y con el interior suave y lleno de sabor a queso.
Se preparan en pocos minutos y son ideales para acompañar una picada, una comida ligera o como snack caliente para cualquier momento del día.
Te recomendamos: Cómo hacer barritas de queso y jamón sin freír ¡Perfectas para el horno o la freidora de aire!
Ingredientes
-
250 g de queso rallado (puede ser mozzarella, provolone o una mezcla de ambos)
-
2 cucharadas de harina común
-
1 huevo
-
½ cucharadita de polvo de hornear
-
Sal y pimienta a gusto
-
Pan rallado, cantidad necesaria para rebozar
-
Aceite o rocío vegetal para cocinar
Preparación
-
En un bol, colocá el queso rallado y agregá el huevo. Mezclá bien con un tenedor hasta integrar ambos ingredientes.
-
Incorporá la harina y el polvo de hornear. Condimentá con una pizca de sal y pimienta. Mezclá hasta obtener una masa que se pueda manipular con las manos. Si la mezcla queda muy húmeda, agregá un poco más de harina.
-
Tomá pequeñas porciones de la masa y formá bolitas del tamaño de una nuez. Colocalas sobre una bandeja limpia o con papel manteca.
-
Pasá cada bolita por pan rallado, cubriéndolas por completo para que queden más crujientes.
-
Si las vas a cocinar al horno, precalentá a 200 °C y colocá las bolitas sobre una bandeja ligeramente aceitada o con rocío vegetal. Cociná durante 15 a 20 minutos, hasta que estén doradas por fuera.
-
Si preferís usar freidora de aire, cocinalas a 190 °C por 10 a 12 minutos, girándolas a mitad del tiempo para que se doren de manera pareja.
-
Una vez cocidas, retiralas y dejalas reposar unos minutos antes de servir para que el queso del interior se asiente.
Tips y consejos:
-
Usá una mezcla de quesos para lograr un sabor más intenso: mozzarella, cheddar o parmesano rallado son ideales.
-
Si querés darles un toque extra de sabor, agregá una pizca de orégano o ajo en polvo a la mezcla antes de formar las bolitas.
-
Podés preparar las bolitas con anticipación y guardarlas en la heladera hasta el momento de hornear o freír.
-
Si buscás una textura más liviana, reemplazá la harina por fécula de maíz.
-
Acompañalas con una salsa criolla, barbacoa, alioli o simplemente con ketchup para los más chicos.
-
Se pueden congelar crudas y cocinar directamente desde el freezer, agregando unos minutos al tiempo de cocción.
Estas bolas de queso doradas son simples, económicas y tan sabrosas que desaparecen en segundos.
Una receta infalible para compartir y disfrutar sin complicaciones.