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Recetas saladas

Cómo hacer Bizcochitos de queso

Ideales para acompañar unos mates, el desayuno o una picada salada, estos bizcochitos de queso tienen una textura suave por dentro y una costra dorada por fuera.

Se preparan con pocos ingredientes, no llevan levadura y son perfectos para los fanáticos del queso.

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Ingredientes

  • 4 tazas de fécula de mandioca (también conocida como almidón dulce)

  • 4 tazas de queso rallado (tipo pategrás, criollo o mezcla)

  • 3 a 4 huevos (según el tamaño)

  • 180 g de manteca

  • 1/2 caja de crema de leche (aproximadamente 100 ml)

Preparación

  1. En un bol grande, colocá la fécula de mandioca, el queso rallado, los huevos, la manteca y la crema de leche.

  2. Amasá bien todos los ingredientes con las manos limpias hasta obtener una masa uniforme. La mezcla debe quedar suave, pero no pegajosa. Si está muy seca, podés agregar un poco más de crema; si está demasiado blanda, un poco más de fécula.

  3. Tomá porciones de masa y formá los bizcochitos del tamaño y forma que prefieras: anillos, bastones o trenzados.

  4. Disponelos en una placa para horno ligeramente enmantecada o con papel manteca, dejando un pequeño espacio entre cada uno.

  5. Llevá al horno precalentado a 180 °C y horneá entre 20 y 25 minutos, o hasta que estén inflados y apenas dorados por fuera.

  6. Retiralos del horno y dejalos enfriar unos minutos antes de servir.

Consejos:

  • Cuanto más sabroso el queso, más ricos quedarán. Podés usar una mezcla de quesos para intensificar el sabor.

  • Estos bizcochitos no necesitan levadura: el almidón de mandioca les da elasticidad y volumen natural al hornearse.

  • Para que queden más parejos, formá bolitas del mismo tamaño antes de darles la forma deseada.

  • Se pueden freezar antes de hornear. Solo tenés que armarlos, ponerlos en una bandeja y llevar al freezer. Una vez congelados, guardalos en bolsitas. Al momento de hornear, no hace falta descongelarlos.

  • También podés sumarle un toque de orégano, comino o pimentón a la masa para variar el sabor.

Una receta fácil, rendidora y sin complicaciones que seguro va a convertirse en un clásico de tus tardes.

¡Probá hacerlos y disfrutalos recién salidos del horno!

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