Dorados por fuera y jugosos por dentro, estos arrolladitos son una verdadera tentación.
Con un relleno sabroso de carne, repollo y zanahoria, resultan perfectos para servir como entrada, snack o plato principal acompañado de alguna salsa casera.

Te recomendamos: Pasta cremosa con tocino, brócoli y morrones
Ingredientes
-
300 g de carne picada (puede ser vacuna, cerdo o una mezcla)
-
1 taza de repollo (col) picado finamente
-
1 zanahoria rallada
-
½ cebolla picada
-
2 dientes de ajo picados
-
2 cucharadas de salsa de soja
-
1 cucharadita de jengibre rallado (opcional)
-
1 cucharada de aceite de sésamo o girasol
-
Sal y pimienta a gusto
-
Tapas de empanadas o masa para arrolladitos (pueden ser tipo wantán)
-
Aceite para freír o pincelar si se hacen al horno
Preparación
-
En una sartén amplia, calentá un poco de aceite y salteá la cebolla con el ajo hasta que estén transparentes.
-
Agregá la carne picada y cociná hasta que se dore y pierda el color rosado.
-
Sumá la zanahoria rallada y el repollo. Cociná por unos minutos hasta que las verduras se ablanden levemente.
-
Condimentá con salsa de soja, jengibre, sal y pimienta. Mezclá bien y dejá enfriar el relleno antes de armar los rollitos.
-
Extendé una tapa de masa sobre la mesa y colocá una cucharada del relleno en el centro.
-
Doblá los bordes laterales hacia adentro y enrollá bien ajustado para que no se abran durante la cocción.
-
Si los vas a freír, calentá aceite abundante y cociná los rollitos hasta que estén dorados de ambos lados.
-
Si preferís hacerlos al horno, pincelalos con un poco de aceite y horneá a 200 °C durante 20-25 minutos, hasta que estén bien dorados.
-
Escurrilos sobre papel absorbente y servilos calientes.
Tips y consejos:
-
Podés reemplazar la carne por pollo, cerdo o incluso soja texturizada para una versión vegetariana.
-
Para un sabor más intenso, agregá unas gotas de aceite de sésamo o un toque de chile seco.
-
Si querés que queden extra crocantes, pasalos dos veces por el horno: una antes y otra después de pincelarlos con aceite.
-
Para un relleno más jugoso, agregá una cucharadita de maicena disuelta en agua al salteado antes de enfriar.
-
Servilos con salsa agridulce, barbacoa o de soja con miel: combinan perfecto.
-
Si hacés una gran cantidad, podés congelarlos crudos y cocinarlos directamente sin descongelar.
-
No sobrecargues el relleno para evitar que se abran al freír.
-
Usá masa tipo wantán si buscás un estilo más asiático y liviano.
-
Podés hornearlos en freidora de aire: quedan dorados y con menos aceite.
-
Son ideales para preparar con anticipación y calentar justo antes de servir.
Crujientes, sabrosos y llenos de sabor, estos arrolladitos son un éxito asegurado en cualquier mesa.