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¡Anthurium! Un puñado es suficiente para que florezca como nunca: te dura años

El Anthurium, conocido también como flor de flamenco o anturio, es una de las plantas más apreciadas para interiores gracias a su aspecto elegante.

Sus hojas verdes, grandes y brillantes se combinan con flores rojas intensas que duran varias semanas.

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Aunque parece delicada, con los cuidados correctos puede acompañarte durante años, siempre floreciendo de manera regular.

Un truco sencillo y natural para potenciar su crecimiento es utilizar ceniza de madera como fertilizante casero.

La ceniza como abono natural

La ceniza de madera es un recurso económico y ecológico que ayuda a nutrir la tierra de tus plantas.

Rica en potasio, fósforo, calcio y magnesio, aporta minerales que fortalecen las raíces y estimulan la formación de flores.

En el caso del Anthurium, un puñado es suficiente para lograr que florezca con más intensidad y que sus hojas mantengan un color verde brillante.

Su aplicación es muy simple: bastan unas dos cucharadas pequeñas de ceniza bien seca esparcidas en la superficie de la tierra de la maceta.

Luego se riega normalmente, permitiendo que los nutrientes penetren en el sustrato.

Es recomendable hacerlo una vez al mes durante la temporada de crecimiento, evitando el exceso para no saturar el suelo.

La ceniza también ayuda a equilibrar la acidez del sustrato, algo beneficioso para que el Anthurium absorba mejor los nutrientes disponibles.

Cuidados básicos del Anthurium

  • Luz: esta planta necesita mucha claridad, pero siempre de forma indirecta. Una ventana orientada al este o al sur es ideal, ya que la luz suave estimula la floración sin dañar las hojas.

  • Riego: el Anthurium prefiere la humedad constante. La tierra debe estar húmeda al tacto, pero nunca encharcada. El exceso de agua provoca pudrición en las raíces. Lo mejor es regar dos veces por semana en verano y reducir en invierno.

  • Humedad ambiental: proviene de regiones tropicales, por lo que se beneficia de ambientes húmedos. Pulverizar sus hojas con agua, colocar un humidificador o agrupar varias plantas ayuda a recrear esas condiciones.

  • Temperatura: se desarrolla mejor entre los 18 y 25 °C. No soporta corrientes de aire ni cambios bruscos de temperatura.

  • Mantenimiento: limpiar las hojas con un paño húmedo mejora la fotosíntesis y le da un brillo natural. Trasplantar cada dos años a una maceta más grande también estimula su vitalidad.

Un Anthurium bien cuidado y fortalecido con la ayuda de la ceniza puede florecer durante todo el año.

Así, no solo aporta color y frescura a tu hogar, sino que también se convierte en una planta duradera y resistente, capaz de alegrar cualquier espacio por mucho tiempo.

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