El lirio de la paz es una de las plantas más elegantes y fáciles de mantener en interiores.
Sus hojas verdes intensas y sus flores blancas lo convierten en un clásico decorativo.
Te recomendamos: El mejor fertilizante Orgánico para un Crecimiento Exuberante de los Geranios
Sin embargo, para que realmente prospere y florezca, hay ciertos cuidados esenciales que no podés pasar por alto antes de plantarlo.
1. El error más común: la maceta incorrecta
Muchas personas eligen macetas sin agujeros de drenaje, lo que provoca que el agua se acumule en el fondo y las raíces se pudran.
El lirio necesita humedad, pero jamás agua estancada.
Lo ideal es usar una maceta con drenaje y, si se coloca en una decorativa sin agujeros, asegurarse de tener un contenedor interior que sí los tenga.
Una capa de piedras o arcilla expandida en la base también ayuda a evacuar el exceso de agua.
2. Sustrato ideal: no cualquier tierra sirve
Este tipo de planta requiere un sustrato suelto, aireado y con buen drenaje. Usar tierra compacta de jardín puede asfixiar las raíces.
La mejor mezcla es 50% tierra para macetas, 25% fibra de coco o turba y 25% perlita o vermiculita.
Para un plus de nutrientes, se puede añadir un poco de humus de lombriz.
3. Luz: más es mejor, pero no directa
Aunque suele considerarse una planta de sombra, en sitios demasiado oscuros crecerá débil y sin flores.
Lo ideal es ubicarlo cerca de una ventana con luz indirecta brillante. Hay que evitar el sol directo al mediodía porque quema las hojas.
En ambientes con poca luz natural, una lámpara de crecimiento LED es una gran alternativa.
4. Riego: ni mucho, ni poco
El lirio de la paz avisa cuando tiene sed, ya que sus hojas se caen un poco. Sin embargo, no conviene esperar siempre a ese punto.
Lo mejor es regar cuando el primer centímetro de tierra esté seco.
Usá agua filtrada o reposada, ya que es sensible al cloro, y nunca dejes agua acumulada en el platillo por más de una hora.
5. Fertilización: ¿por qué no florece?
Un lirio de la paz puede lucir verde y sano, pero si no florece probablemente sea por falta de nutrientes.
Necesita un fertilizante rico en fósforo, como un NPK 10-30-10.
Aplicá una vez al mes en primavera y verano, y reducí la frecuencia en otoño e invierno.
6. Cuidados extra para un lirio espectacular
Mantené las hojas limpias con un paño húmedo para mejorar la fotosíntesis, girá la maceta cada dos semanas para un crecimiento uniforme y cortá flores u hojas secas desde la base.
Trasplantalo cada 1 o 2 años, preferiblemente en primavera.
7. Plagas y enfermedades comunes
Aunque es resistente, puede sufrir cochinillas, pulgones u hongos si hay exceso de humedad.
Una mezcla de agua con jabón potásico o unas gotas de aceite de neem ayuda a eliminarlos.
También es importante mejorar la ventilación y evitar mojar las hojas durante el riego.
Con estos cuidados previos y mantenimientos regulares, tu lirio de la paz crecerá fuerte, saludable y con flores que iluminarán tu hogar durante años.