Cuando pensamos que ya hicimos todas las recetas posibles con zapallitos, aparece esta idea que sale de lo clásico.
Fácil, rápida y rendidora, se transforma en una opción ideal para cualquier día de la semana.
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El sabor suave y la textura firme la hacen perfecta para acompañar carnes o servir sola como plato principal.
Ingredientes
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5 zapallitos redondos
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250 g de queso cremoso o mozzarella
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5 huevos
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200 g de queso rallado
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200 g de jamón cocido picado
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Sal y pimienta a gusto
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Orégano y comino
Preparación
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Lavá bien los zapallitos y rallalos con cáscara usando la parte gruesa del rallador.
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Colocá los zapallitos rallados en un colador, agregales un poco de sal y dejalos escurrir por 15 minutos.
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Pasado ese tiempo, apretalos con las manos o con un repasador limpio para sacarles el exceso de líquido.
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En un bol grande, mezclá los huevos con el queso rallado, el jamón cocido picado, sal, pimienta, orégano y comino.
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Sumá los zapallitos escurridos y el queso cremoso cortado en cubitos. Mezclá todo hasta integrar bien.
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Volcá la preparación en una budinera enmantecada o rociada con aceite en aerosol.
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Llevá a horno moderado (180 °C) por unos 35 a 40 minutos o hasta que la superficie esté bien dorada.
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Retirá, dejá enfriar unos minutos y desmoldá con cuidado para que mantenga su forma.
Consejos:
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El queso cremoso puede reemplazarse por ricota firme o queso fresco en cubos.
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Asegurate de escurrir bien los zapallitos para que la terrina no se humedezca de más y quede firme.
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Si querés que quede aún más dorada, podés espolvorear queso rallado por encima antes de llevar al horno.
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Esta receta también se puede hacer en moldes individuales de silicona o flaneras para porciones más prácticas.
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Se puede comer caliente, tibia o fría. Va muy bien con una ensalada de hojas verdes o con arroz blanco.
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Si te sobra, podés conservarla en heladera hasta por 3 días bien tapada, o freezarla por 1 mes.
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También podés sumarle un diente de ajo picado a la mezcla o unas cucharadas de cebolla salteada para más sabor.
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Si no tenés budinera, usá una fuente rectangular común, pero no muy baja, así queda alta como en la imagen.
Una receta súper rendidora, ideal para preparar con anticipación y tener lista para cualquier comida.