Si te encantan los huevos fritos pero preferís evitarlos por las frituras, esta nota es para vos.
Vamos a contarte cómo hacer huevos fritos sin usar aceite, de forma práctica y saludable.
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Son métodos ideales si buscás reducir grasas sin renunciar a este clásico infaltable.
Huevos fritos al microondas
Una opción muy práctica. Solo necesitás un huevo, un plato o recipiente apto para microondas y una tapa (puede ser otra tapa o papel film).
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Cascá el huevo sobre el plato.
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Agregá sal a gusto y, si querés, un poco de pimienta.
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Tapá el recipiente para evitar que explote durante la cocción.
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Cociná a potencia media durante 40 segundos.
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Dejá reposar unos segundos antes de abrir.
Queda con yema entera, clara cocida y sin una gota de aceite.
Huevos fritos a la plancha
Este método es perfecto si tenés una sartén tipo bifera o bien antiadherente.
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Calentá la sartén a fuego medio.
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Rompé el huevo directamente sobre la superficie caliente.
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Tapá para que se cocine con su propio vapor.
Si la sartén no es muy buena, podés agregar unas gotitas de agua para que no se pegue. Queda como un frito clásico, pero sin grasa.
Huevos tipo “nube”
Este método es más llamativo y también muy saludable. Separa las claras de las yemas.
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Batí las claras a punto nieve.
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Dividilas en porciones sobre papel manteca, en una placa para horno.
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Haceles un hueco en el centro y colocá la yema dentro.
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Llevá a horno fuerte por 3 a 5 minutos, según el punto que quieras.
Quedan esponjosos, aireados y con un sabor muy suave.
Consejos:
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En los huevos nube, podés sumar trocitos de jamón o queso dentro de la clara antes de poner la yema.
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Siempre tapá el huevo en el microondas para evitar accidentes.
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Si querés una yema bien cocida, dejalos un poquito más de tiempo en cualquier método.
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Podés condimentarlos con orégano, cúrcuma, ajo en polvo o ají molido para darles más sabor sin grasa.
Una excelente alternativa si estás cuidando lo que comés, tenés el estómago sensible o simplemente querés probar algo distinto sin perder sabor.