Tus zapatos viejos pueden lucir como nuevos con un poco de creatividad y esfuerzo.
En lugar de desecharlos o gastar en productos costosos, hay soluciones económicas y efectivas para restaurarlos y alargar su vida útil.

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Aquí te dejamos cinco métodos sencillos y accesibles que podés probar en casa.
1. Limpiar y pulir con ingredientes caseros
Para los zapatos de cuero, el brillo es clave. Mezclá una cucharada de aceite de oliva con un poco de vinagre blanco y aplicalo con un paño suave.
Esto hidratará el cuero, eliminando manchas y restaurando el brillo original.
Para zapatos de tela, usá una mezcla de agua tibia, bicarbonato de sodio y detergente suave.
Frotá con un cepillo de dientes para eliminar manchas y suciedad incrustada. ¡Tus zapatos quedarán como nuevos!
2. Rellenar grietas o desgaste con pegamento y pintura
Si tus zapatos presentan grietas o zonas desgastadas, utilizá un pegamento transparente flexible para reparar las áreas dañadas.
Una vez seco, aplicá pintura acrílica o para cuero del color del zapato para disimular las reparaciones.
Este truco funciona especialmente bien en zapatillas o botas.
3. Cambiar las suelas desgastadas
Cuando la suela esté dañada, no es necesario reemplazar todo el zapato.
Podés usar una plantilla de goma autoadhesiva o un poco de silicona líquida para reforzar las partes desgastadas.
Este método no solo mejora la estética, sino también la funcionalidad del calzado.
4. Renovar los cordones y los detalles
A veces, cambiar los cordones puede hacer una gran diferencia.
Invertí en cordones nuevos y elegí colores que combinen o que le den un estilo único.
También podés renovar detalles metálicos, como ojales o hebillas, limpiándolos con una mezcla de agua y bicarbonato.
5. Hidratación para cuero reseco
Si el cuero está reseco, no necesitás productos caros. Usá vaselina o una crema hidratante para la piel.
Aplicala en movimientos circulares con un paño limpio. Esto devolverá la flexibilidad y suavidad al cuero.
Consejos para cuidar tus zapatos restaurados
- Limpialos regularmente: Evitá la acumulación de polvo y suciedad que puedan deteriorarlos.
- Protegelos de la humedad: Aplicá un spray impermeabilizante casero para mantenerlos protegidos.
- Guardalos correctamente: Almacená los zapatos en un lugar fresco y seco. Usá hormas para conservar su forma.
- Alterná su uso: Evitá usar los mismos zapatos todos los días para prevenir un desgaste rápido.
- Cuidá las suelas: Usá plantillas o protectores para alargar su vida útil.
Con estos trucos y consejos, tus zapatos viejos volverán a lucir como nuevos, y no tendrás que gastar de más.
¡Poné manos a la obra y disfrutá de calzado impecable por mucho tiempo!