Suaves, esponjosos y con un aroma irresistible, estos roles de canela son una delicia perfecta para acompañar el desayuno o la merienda.
Su relleno dulce y su cobertura glaseada los hacen realmente adictivos.

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Ingredientes
Para la masa:
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2 ½ tazas de harina de trigo
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¼ taza de azúcar
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1 cucharadita de sal
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1 cucharada de levadura seca
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1 taza de leche tibia
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⅓ taza de manteca derretida
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1 huevo
Para el relleno:
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½ taza de azúcar mascabo o moreno
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1 cucharada de canela en polvo
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¼ taza de manteca derretida
Para el glaseado:
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½ taza de azúcar impalpable
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2 cucharadas de leche
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1 cucharadita de esencia de vainilla
Preparación
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En un bol grande, mezclá la harina, el azúcar, la sal y la levadura.
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Añadí la leche tibia, la manteca derretida y el huevo. Mezclá hasta formar una masa.
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Amasá durante 8 a 10 minutos hasta que quede suave y elástica. Si está muy pegajosa, agregá un poco más de harina.
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Colocá la masa en un bol enmantecado, cubrila con un paño y dejala reposar en un lugar cálido por 1 hora o hasta que duplique su tamaño.
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Una vez levada, estirá la masa en forma de rectángulo sobre una superficie enharinada.
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Pincelá con la manteca derretida del relleno y espolvoreá por encima el azúcar moreno mezclado con la canela.
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Enrollá la masa con cuidado formando un cilindro y cortá rodajas de unos 3 cm de grosor.
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Acomodá los rollos en una fuente para horno enmantecada, dejando espacio entre ellos.
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Cubrilos nuevamente con un paño y dejalos reposar 30 minutos más.
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Llevá a horno precalentado a 180 °C y cociná durante 20 a 25 minutos, hasta que estén dorados y tiernos.
Para el glaseado:
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En un bol pequeño, mezclá el azúcar impalpable con la leche y la esencia de vainilla hasta obtener una textura cremosa.
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Verté el glaseado sobre los roles aún tibios para que se funda ligeramente y los cubra por completo.
Tips y consejos:
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Si querés un sabor más intenso, agregá una pizca de nuez moscada al relleno.
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Para una versión más húmeda, podés rociar los roles con un poco de leche apenas salen del horno.
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Se conservan perfectos hasta dos días a temperatura ambiente o podés calentarlos unos segundos antes de servir.
Estos roles de canela quedan suaves, brillantes y con ese toque especiado que los hace irresistibles.
Una receta clásica que nunca falla.