Crujientes por fuera, suaves por dentro y con un toque dulce de mermelada que las hace irresistibles.
Estas galletitas arrolladas son ideales para acompañar el mate o un café, y además llenan la cocina con un aroma espectacular.

Te recomendamos: Cómo hacer Galletas con arándanos y pistachos
Son fáciles de hacer y se pueden preparar con el relleno que más te guste.
Ingredientes
-
250 g de manteca a temperatura ambiente
-
150 g de azúcar
-
2 huevos
-
1 cucharadita de esencia de vainilla
-
400 g de harina común (0000)
-
1 cucharadita de polvo de hornear
-
1 pizca de sal
-
200 g de mermelada de frutilla (también podés usar frambuesa o frutos rojos)
-
Azúcar extra para espolvorear
Preparación
-
En un bol grande, batí la manteca con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y pálida.
-
Agregá los huevos de a uno y la esencia de vainilla, mezclando bien después de cada incorporación.
-
En otro recipiente, mezclá la harina, el polvo de hornear y la pizca de sal.
-
Incorporá los ingredientes secos al batido anterior poco a poco, hasta formar una masa suave que no se pegue a las manos.
-
Dividí la masa en dos partes y estirá cada una sobre papel manteca, formando un rectángulo de unos 5 mm de espesor.
-
Extendé una capa fina de mermelada sobre la superficie, dejando un pequeño borde sin cubrir.
-
Enrollá con cuidado ayudándote con el papel, formando un cilindro firme. Envolvelo en film y llevá a la heladera durante 40 minutos para que tome consistencia.
-
Precalentá el horno a 180 °C.
-
Retirá el rollo, cortá en rodajas de aproximadamente 1 cm y colocá las galletitas sobre una placa con papel manteca.
-
Horneá durante 12 a 15 minutos, hasta que estén apenas doradas en los bordes.
-
Dejalas enfriar unos minutos y espolvoreá con azúcar por encima antes de servir.
Consejos:
-
Si querés que queden más crocantes, podés usar solo una yema en lugar de dos huevos enteros.
-
Para un sabor más intenso, agregá una cucharadita de ralladura de limón o naranja a la masa.
-
En verano, guardá los rollos ya armados en el freezer y cortalos directamente cuando los vayas a hornear.
-
Podés usar dulce de leche repostero o pasta de avellanas como alternativa al relleno de frutas.
-
Si preferís una versión más liviana, reemplazá la mitad de la manteca por aceite neutro y usá mermelada sin azúcar.
-
Espolvorearlas con un poco de azúcar impalpable al final les da un acabado más suave y profesional.
Estas galletas duran varios días si las guardás en un frasco hermético, aunque lo más probable es que desaparezcan en cuestión de horas.
Son una opción perfecta para regalar o compartir en casa con un aroma y sabor que conquistan a todos.