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Trucos del Hogar

6 cosas que los empleados de supermercados recomiendan no comprar, incluso si están en oferta

Los supermercados forman parte de nuestra rutina diaria, pero detrás de sus góndolas se esconden estrategias pensadas para vender más, no necesariamente para que compres mejor.

Muchos empleados han compartido qué productos conviene evitar, incluso si parecen una ganga irresistible.

Te recomendamos: 1 litro de leche, 1 yogur y medio limón son suficientes para preparar ¡El mejor queso casero!

Estas recomendaciones están basadas en experiencias reales de trabajadores del rubro, que conocen los movimientos detrás del mostrador.

Carne molida envasada

Aunque puede parecer práctica y económica, la carne molida que ya viene picada y envasada suele usarse para “reciclar” cortes cercanos a su fecha de vencimiento.

También se mezcla carne de diferentes calidades sin indicarlo. Por eso, muchos empleados sugieren pedir que piquen el corte frente a vos, o bien comprar en una carnicería de confianza.

Quesos rallados o fraccionados

El queso rallado industrializado no solo pierde sabor, sino que también contiene antiaglomerantes y conservantes para prolongar su vida útil.

En varios supermercados se ralla queso que está por vencer para no desecharlo.

Rallar el queso en casa es más fresco, sabés exactamente qué estás usando y, en muchos casos, incluso resulta más económico.

Jugos “naturales” listos para tomar

Es habitual ver en supermercados jugos que se anuncian como recién exprimidos, muchas veces servidos desde máquinas en el sector refrigerado.

Sin embargo, algunos empleados han revelado que estos jugos no son tan naturales como parecen: provienen de concentrados diluidos, pueden llevar horas en exposición y, en ocasiones, se utiliza agua de baja calidad.

Exprimir fruta en casa siempre será más confiable.

Pan de “horneado reciente”

Ese pan que parece recién salido del horno muchas veces es un producto industrial, precocido y congelado, que se termina de hornear en el supermercado solo para darle olor y aspecto de fresco.

No siempre tiene la calidad esperada, y suele estar lleno de aditivos que mantienen su textura tras el descongelado.

Si querés un pan fresco y rico, buscá opciones de panaderías artesanales o animate a hacerlo en casa.

Ensaladas preparadas

Las ensaladas listas para consumir pueden parecer una solución rápida, pero la mayoría de los empleados coincide en que se preparan con vegetales que ya están empezando a perder frescura.

Además, al estar cortados, los alimentos se oxidan más rápido, pierden nutrientes y son más propensos a acumular bacterias.

Si ves líquido en el envase, es señal de que la verdura no está en buen estado.

Productos con ofertas llamativas cerca del vencimiento

Cuando un producto está muy rebajado, conviene revisar bien la fecha de vencimiento.

Muchos de estos alimentos están cerca de caducar o no se venden bien por su baja rotación.

Aunque la rebaja puede tentar, en algunos casos ya perdieron sabor, textura o calidad nutricional.

Asegurate de que realmente vas a consumirlo antes de que expire.

Evitar estos productos no significa dejar de aprovechar ofertas, sino aprender a identificar qué vale la pena llevarse y qué es mejor dejar en la góndola.

Con algunos cambios de hábito, vas a comprar más inteligentemente y cuidar tanto tu bolsillo como tu salud.

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