Las papas fritas siempre son una de las preferidas guarniciones a la hora de acompañar una comida. Y de hecho, podemos decir que solas son super deliciosas, por lo que sin problemas podríamos disfrutarlas sin nada mas. Si vamos por la calle y sentimos el aroma de las papas fritas nuestro estomago enseguida nos enviará la señal que debemos comerlas con urgencia. Es que siempre podemos decir estan entre nuestras preferidas.
No obstante, no siempre conseguimos que las papas fritas tanto compradas o las que hacemos en casa estén bien crujientes. Como siempre, lo casero es lo mejor, por eso mismo debemos aprender a preparar deliciosas papas fritas crujientes para deleitar a nuestra familia y a nosotros mismos.
Hoy venimos a mostrarte algunos consejos para lograr esto.
Como hacer papas fritas crujientes
- Primero que nada debemos pelar y cortar las papas, por supuesto. Luego las pondremos a hervir por unos diez minutos en agua con sal y una cucharadita de vinagre (por cada litro de agua). Con esto lograremos quitarle el exceso de almidón, pero mantenga la pectina, por lo que quedará crujiente por fuera y por dentro bien suave.
- Una vez que las saquemos del agua, las vamos a poner a escurrir en un colador y las secaremos sobre un papel de cocina. Mientras tanto, iremos calentando aceite de oliva en una sartén. Ponemos a freír las papas y cuando ya estén fritas, solo les colocamos sal y a disfrutarlas.
Segundo consejo
- Este truco consiste en realizar una doble fritura. Para esto debemos primero calentar el sarten a unos 200 grados centígrados. Cuando llegamos a esa temperatura alta colocamos las papas para freírlas durante unos 50 segundos aproximadamente, moviendo de a rato y luego las pasaremos a una bandeja con papel de cocina.
- Dejamos enfriarlas durante media hora y luego haremos la segunda fritura. Algunos para lograr que sean mas crujientes, durante este tiempo de espera, las ponen en el congelador.
- Nuevamente calentamos el aceite a 200º C. Freímos las papas, pero ahora será por aproximadamente unos 3 minutos y medio, hasta que logremos conseguir ese color dorado especial. Pasado este tiempo, las colocamos en una bandeja con papel absorbente de cocina, agregamos sal y a disfrutarlas bien calentitas.